¿QUÉ TIPO DE PIEL TENGO?

Muchas veces en el salón me encuentro con personas que no saben reconocer el tipo de piel que tienen. El no conocer qué tipo de piel tienes, dificulta sobremanera el poder encontrar un tratamiento que realmente te sea efectivo. Además de que te obliga a llevar una rutina bastante poco efectiva.

Empezaré por explicarte que hay dos grupos que debemos separar para entender cada tipo de piel: condiciones naturales y condiciones adquiridas.

¿Qué son las condiciones naturales?

Las condiciones naturales son esas características con las que nacemos. Los grupos que formarían este apartado son: 

  • Seca
  • Grasa
  • Mixta
  • Normal

Nunca podemos tener dos o más de estos grupos en la piel del rostro, pero sí puede existir intensidades diferentes en cada grupo. Vamos a verlas en más profundidad.

P. seca

Es un tipo de piel con falta de producción de sebo (grasa) por todo el rostro.

¿Cómo identificarla?

  • Poros pequeños
  • Piel fina con falta de flexibilidad
  • Aspecto opaco (sin brillo ni luminosidad)

En los casos más extremos, podríamos encontrarnos con:

  • Textura agrietada haciéndola más áspera
  • Piel aún más fina y menos elástica, lo que haría aparecer con más facilidad arrugas y líneas de expresión, dando un aspecto más cansado

P. grasa

En este caso hay un exceso de la producción de sebo por todo el rostro.

¿Cómo identificarla?

  • Poros dilatados que generan mayor cantidad de puntos negros e imperfecciones
  • Piel brillante
  • Textura irregular, rugosa y resbaladiza
  • Piel gruesa, resistente y elástica, lo que retrasará la aparición de arrugas

P. mixta

La piel mixta es una combinación de las dos anteriores, por lo que habrá zonas más grasas y zonas más secas.

¿Cómo identificarla?

En las partes más grasas nos encontramos las mismas características de una piel grasa, con la diferencia de que estas partes estarán situadas en la zona T (frente, nariz y barbilla):

  • Poro dilatado
  • Aspecto brillante
  • Alguna imperfección

Las partes más secas mantienen las mismas características que una piel seca:

  • Poro pequeño
  • Aspecto opaco
  • Textura fina

P. normal

Es un tipo de piel que no tiene ningún desequilibrio diferenciándola los anteriores. Su secreción de sebo y la transpiración es la adecuada, evitando crear zonas grasas y zonas secas.

Muy poca gente tiene este tipo de piel en una edad adulta, ya que se asocia a la piel de niños.

¿Cómo identificarla?

  • Piel suave y uniforme, sin imperfecciones
  • No tiene brillos, es mate, pero sin perder luminosidad
  • No hay zonas con exceso de grasa ni con falta de sebo

¿Qué son las condiciones adquiridas?

Las condiciones adquiridas son aquellas que vamos recogiendo a lo largo del tiempo, ya sean por factores externos o internos.

Los tipos de piel que engloban estas condiciones son:

  • Sensible
  • Acneica
  • Deshidratada

Hay que tener en cuenta que las condiciones adquiridas son un “complemento” a las naturales. Todos tenemos un tipo de piel natural, pero no tenemos por qué tener un adquirido, e incluso podrían aparecer varias condiciones adquiridas en la misma piel.

P. Sensible

Aparece cuando la barrera natural de la piel (barrera protectora formada por la secreción de sebo y transpiración) queda deteriorada, facilitando la pérdida de agua y facilidad de penetración de agentes irritantes, esas sustancias agresivas para nuestra piel. Además de que la epidermis pierde grosor, consiguiendo que la piel se vea más envejecida de lo habitual. Puede producirse en cualquier tipo de piel natural.

¿Cómo identificarla?

  • Enrojecimiento
  • Tirantez
  • Descamación
  • Piel áspera

En casos más extremos, cómo una piel reactiva y/o alérgica, pueden aparecer:

  • Hinchazón
  • Picor
  • Ardor
  • Algunas erupciones

P. acnéica

El acné se debe a una afección bacteriana de la piel donde la glándula sebácea produce un exceso de grasa y el poro queda obstruido por una mala eliminación de células muertas, pudiendo crear infecciones.

Hay varios factores que lo empeoran como las alteraciones hormonales, trastornos endocrinos, estrés…

¿Cómo identificarla?

  • Enrojecimiento de la piel
  • Exceso de imperfecciones
  • Poro dilatado, con facilidad de crear puntos negros y poros obstruidos
  • Brillos

En los casos más graves (como el acné quístico), las características anteriores se agravan muchísimo más.

P. deshidratada

Se da por diferentes cambios entre las capas de la piel, entre ellos la baja producción de sebo y de ácido hialurónico. El sebo junto con la transpiración crean una barrera protectora que ayuda a limitar la evaporación del agua; y el ácido hialurónico es una molécula natural en nuestra piel que tiene la capacidad de fijar el agua en los tejidos de la piel, ayudando a mantener una buena hidratación.

Con los años, la producción de estos dos elementos va disminuyendo, por lo que la piel tiende a secarse y a deshidratarse de forma natural.

¿Cómo identificarla?

  • Se descama con facilidad, sobre todo en épocas de frío
  • Tirantez y no sólo después de limpiarnos la piel
  • Puede aparecer con facilidad picor
  • La piel se ve sin brillo, apagada y sin vida

En este caso, es muy fácil llegar a confundir una piel deshidratada de una seca, pero la mayor diferencia entre ellas son:

  • P. seca: hay una disminución de la actividad de las glándulas sebáceas
  • P. deshidratada: hay un déficit de agua en la capa córnea (capa más externa de la epidermis), dando menos elasticidad a la piel, lo que facilita arrugas y una piel envejecida.

Espero que con esta explicación puedas identificar sin problema qué tipo de piel tienes. Aún así, si tuvieses dudas o alguna consulta, no dudes en escribirnos, te ayudaremos en lo que necesites.

¡Nos vemos el próximo jueves con más!

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